Guy Philippe, reconocido líder golpista, fue recientemente repatriado de Estados Unidos a Haití, donde enfrenta acusaciones por su supuesto papel en el golpe de Estado contra el expresidente Jean-Bertrand Aristide en 2004.
Su retorno ha suscitado preocupaciones sobre el impacto que podría tener en un país ya sumido en la violencia pandillera y la inestabilidad política.
La situación en Haití se ha agravado desde el asesinato del presidente Jovenel Moïse en julio de 2021, dejando un vacío de poder que las pandillas han aprovechado para fortalecer su presencia.
Aunque no está claro cuál será el papel exacto de Philippe en esta coyuntura, su histórico liderazgo carismático y sus conexiones con la policía, políticos y la élite empresarial haitiana generan incertidumbre sobre el futuro desarrollo de los acontecimientos en el país.