La historia y el pasado colonial convierten al Continente Americano en el más desigual, una sociedad creada por un pequeño grupo de élites coloniales para explotar a la gran mayoría de las personas» lo que a su vez provoca que muchos tengan poco, mientras pocos tienen mucho.
Por eso la actual pandemia que azota al mundo conlleva a que los gobiernos posen su mirada en los empobrecidos y excluidos del sistema y entre ellos los más vulnerables, que son los envejecientes.
Cuando ocurre algún hecho que pueda interpretarse como abuso de las élites el pavor sobrecoge la sociedad y la indignación abre una herida en las vísceras del tiempo. Como si fuese un volcán en erupción una especie de lava caliente recorre las mentes de las personas y lo expresan.
Precisamente algo parecido ha sucedido en Perú y el caso conocido como Vacunagate. Se trata de unas 487 personas, todos funcionarios públicos, incluyendo al ex presidente Martín Vizcarra que, según el registro recibió la primera dosis del antídoto el 2 de octubre de 2020 y la segunda el 29 del mismo mes, cuando aún era mandatario, días antes de ser destituido, hecho que ha indignado a la sociedad peruana.
El gobierno peruano divulgó la lista de las 487 personas entre las que también se encuentran familiares muy cercanos al expresidente Vizcarra como su esposa, la Ministra de Salud Pilar Mazzetti y la Ministra de Relaciones Exteriores Elizabeth Astete, quienes renunciaron ante la afrenta que ha supuesto su accionar. También renunció el viceministro de Salud, Luis Suárez-Ognio.
El presidente interino Francisco Sagasti remitió los nombres de los implicados a la Fiscalía y a la Contraloría y prometió que deberán responder ante la Justicia.
Perú, es uno de los países con una de las mayores tasas de muertes en el mundo a causa del Covid-19. Contabiliza a la fecha un total de 1.238.501 contagios y 43.880 víctimas mortales a causa del virus.
Otro de los incluidos en la lista de inoculados, es el nuncio de la Iglesia Católica el Cardenal Girasoli quien emitió un comunicado en el que aseguró que recibió la vacuna porque fue parte de los ensayos clínicos del laboratorio chino Sinopharm como «consultor en temas éticos».
Una justificación ante la que el arzobispo de Lima, Carlos Castillo, reaccionó afirmando estar «entristecido e indignado» y asegurando que le escribió al nuncio expresándole que rechaza su accionar.
La Fiscalía inició una pesquisa preliminar contra Vizcarra por la presunta comisión de delitos contra la administración pública, colusión y negociación incompatible o aprovechamiento del cargo.
Estas investigaciones todavía podrían provocar más renuncias, pero su impacto podría ir mucho más allá del actual gobierno, más aún teniendo en cuenta que los peruanos acudirán a las urnas el 11 de abril para elegir un nuevo presidente.
¿Tomará el Presidente interino este tema como punta de lanza para asegurarse una victoria electoral?
Este caso de Perú nos sirve de plataforma para advertir a todos los pueblos de América Latina, entre ellos República Dominicana, que se deben evitar los privilegios, respetarse las fases definidas por los gobiernos pues de esta manera saldremos adelante.
Al mismo tiempo apelamos a la solidaridad de los países más ricos pues el control de las vacunas hace más lento que lleguen a los países pobres en un contexto en que esos mismos países debaten la idea de emitir un pasaporte de vacuna, o sea que será necesario haberse vacunado para visitar otro país.
Algunos de los países que en estos momentos están evaluando esa posibilidad son Estados Unidos, Dinamarca, Grecia, Israel, la Unión Europea, y no solo países, sino líneas aéreas que también entrarán en esta dinámica. Vacunarse ya no solo será obligatorio, sino un requisito para viajar.