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SANTO DOMINGO.- El titular de la Procuraduría Especializada de Persecución a la Corrupción Administrativa (PEPCA), Wilson Camacho, destacó que los testimonios presentados ante el Primer Tribunal Colegiado del Distrito Nacional han revelado el modus operandi de la red de corrupción desmantelada en las operaciones Coral y Coral 5G.
Durante el juicio, los testigos explicaron cómo se sustraían fondos públicos de las nóminas del Cuerpo Especializado de Seguridad Presidencial (CUSEP) y el Cuerpo Especializado de Seguridad Turística (CESTUR). “Quedó demostrado cómo estos fondos eran desviados sistemáticamente», afirmó Camacho.
Uno de los testigos clave, Vicente Girón Jiménez, hermano del acusado Raúl Girón Jiménez, confesó que su cuenta bancaria recibió más de 100 millones de pesos provenientes del esquema corrupto. Como «cabeza recolectora», Vicente Girón detalló que el dinero provenía de 80 empleados bajo su mando, quienes debían devolver gran parte de sus salarios a la estructura encabezada por Rafael Núñez de Aza y Raúl Girón Jiménez.
Vicente también explicó que actuó como recolector desde 2015 hasta que fue desmantelada la red en 2021. A pesar de haber comenzado como raso, con un salario de poco más de 5 mil pesos, al final su sueldo ascendía a 70 mil pesos mensuales. Sin embargo, aseguró que su único beneficio real era su salario, ya que los fondos recolectados iban directamente a la organización.
El testigo también admitió haber entregado al Ministerio Público 7 millones de pesos por instrucciones de su hermano Raúl, y que bajo su gestión administraba una propiedad en Santo Domingo Este, perteneciente al acusado Geudi Guzmán.
Otro testimonio, el de José Ramón Santos Jiménez, reveló que también fungió como cabeza recolectora, adquiriendo bienes a su nombre que en realidad pertenecían a Raúl Girón.
El proceso judicial fue aplazado hasta el 29 de octubre, cuando continuará la fase de presentación de pruebas.
