Nueva vez se cierne el fantasma de otra reforma fiscal sobre la faz del pueblo. La Estrategia Nacional de Desarrollo contempla la firma de tres pactos: un pacto educativo, un pacto eléctrico y un pacto fiscal. De los tres solo se ha firmado el educativo; el eléctrico supuestamente está a punto de firmarse. En la actualidad se discute la idea del pacto Fiscal.
Desde el año 2000 hasta la fecha en el país se han realizado 8 reformas fiscales. Con la diferencia de que no son reformas fiscales, sino tributarias.
Un sistema fiscal es un conjunto de órganos de la administración de un estado encargados de hacer llegar los recursos económicos a las arcas del mismo. Así como a los instrumentos con los que dicho Estado gestiona y recauda los tributos, englobando tanto los ingresos como los gastos. Lo cual supone tanto la planificación de los tributos y demás ingresos del estado, como la elaboración de los presupuestos generales de un estado.
Lo que se ha hecho en el país han sido reformas tributarias porque solo han consistido en aumentar impuestos para elevar el ingreso. No se ha tomado en cuenta, en ninguna de esas reformas, la eficiencia del gasto y por eso no han sido fiscales.
En la actualidad pareciera que vamos en el mismo camino de que, en vez de ser una reforma fiscal, será tributaria.
Entre las propuestas que ha analizado el Gobierno para una nueva reforma fiscal están variar el monto que se paga por el marbete vehicular. Establecer un impuesto para las bebidas azucaradas, aumentar de 25 a 35 % el impuesto sobre la renta para la escala salarial de mayor ingreso. Eliminar la deducción del gasto educativo del ISR y quitar a los legisladores el privilegio de importar vehículos exonerados de impuestos.
También, se ha contemplado establecer una sola tasa de 16 % para el impuesto a la transferencia de bienes y servicios industrializados (itbis). Cuyo nombre se ha discutido cambiar a impuesto al valor agregado (IVA). Se ha propuesto llevar a 17 % el primer año los bienes actualmente gravados con el 18 %. A 16.5 % el segundo año y 16 % en lo adelante.
Entre las propuestas discutidas está incrementar transitoriamente la tasa de ISR a personas jurídicas a 30 %. En los tres años siguientes a la aprobación de la reforma, retornando a 27 % al final de ese plazo. También, subir a 5 % el impuesto de venta al mercado local de las empresas de zonas francas.
El Gobierno también ha discutido incrementar el impuesto selectivo específico a bebidas alcohólicas a RD$1,000 por cada litro de alcohol absoluto, indexable trimestralmente. Con esto, calcula que tendría un impacto recaudatorio de RD$8,202 millones en 2022.
Asimismo, ha contemplado que todas las cervezas con grado de alcohol menor a 4.9 % (tipo light) se sujeten al monto de impuesto específico que pagan las regulares. Esta propuesta tiene un potencial recaudatorio de RD$1,690.6 millones.
Otras propuestas discutidas son un impuesto de RD$8.9 por litro de bebida con azúcar añadida. Y un impuesto selectivo de 130 % a las importaciones de cigarrillos electrónicos y los insumos para usarlos.
Otro planteamiento analizado es reestructurar el Régimen Simplificado de Tributación. Para que los contribuyentes con ingresos por encima de RD$1, 050,500 anuales tributen de acuerdo a los criterios de personas físicas.
Estas ideas circularon en un documento de 94 páginas dado a conocer vía redes sociales y como se observa es más de lo mismo. Aumentar impuestos sin mencionar el gasto lo que hace pensar que estamos en un permanente acoso fiscal.
Por: Francisco Tavárez, el Demócrata.