En el corazón de Centroamérica, El Salvador ha experimentado una transformación sin precedentes bajo el liderazgo del presidente Nayib Bukele. Durante su primer mandato, se enfocó en combatir la criminalidad y las pandillas, logrando una reducción significativa en los índices de violencia. Ahora, en su segundo mandato, Bukele se compromete a mejorar la economía y la calidad de vida de los salvadoreños. Este enfoque gubernamental, que prioriza resolver un problema nacional a la vez, podría ofrecer una solución clave para enfrentar los desafíos de la República Dominicana.
Éxitos de la fórmula Bukele
Nayib Bukele asumió la presidencia de El Salvador en 2019 con una agenda clara: erradicar la criminalidad y las pandillas que habían aterrorizado al país durante décadas. Implementó un estado de emergencia que suspendió ciertos derechos civiles, desplegó fuerzas de seguridad en todo el país y construyó nuevas cárceles para aislar a los miembros de las pandillas. Estas medidas drásticas han resultado en una caída histórica en la tasa de homicidios, de 52 por cada 100,000 habitantes en 2018 a menos de 20 en 2023.
En su reciente toma de posesión para un segundo mandato, Bukele ha delineado su nuevo enfoque: revitalizar la economía y elevar la calidad de vida de los ciudadanos salvadoreños. Propone importantes inversiones en infraestructura, educación y salud, así como la digitalización de servicios públicos para fomentar la transparencia y la eficiencia.
Aplicación en República Dominicana
Para implementar la estrategia Bukele en la República Dominicana, es crucial identificar los principales problemas que afectan a nuestra nación y abordarlos con la misma determinación. A continuación, presento lo que considero podrían ser las propuestas específicas para que cada cuatro años el presidente en turno se enfoque en cada uno de estos problemas nacionales:
- Seguridad Ciudadana:
- Plan Integral de Seguridad: Implementar un plan nacional de seguridad que contemple el incremento de la presencia policial en áreas conflictivas, la modernización de las fuerzas de seguridad y la adopción de tecnología avanzada para la vigilancia y la lucha contra el crimen.
- Reforma Judicial: Asegurar que los delincuentes sean procesados de manera rápida y justa mediante la reforma del sistema judicial para disminuir la corrupción y mejorar la eficiencia.
2. Economía:
- Promoción de la Inversión: Establecer incentivos fiscales y simplificar los trámites administrativos para atraer inversiones extranjeras y promover el emprendimiento local.
- Desarrollo de Infraestructura: Realizar inversiones en infraestructura clave, como carreteras, puertos y sistemas de transporte público, para facilitar el comercio y mejorar la conectividad interna.
3. Educación y Salud:
- Educación de Calidad: Implementar programas de capacitación para maestros, mejorar las infraestructuras escolares y garantizar el acceso a la tecnología para los estudiantes en todo el país.
- Salud Pública: Reforzar el sistema de salud mediante la construcción de nuevos hospitales, la mejora de las instalaciones existentes y la promoción de programas de salud preventiva.
4. Transparencia y Eficiencia Gubernamental:
- Digitalización: Modernizar los servicios públicos a través de la digitalización para disminuir la burocracia, incrementar la transparencia y optimizar la eficiencia administrativa.
- Lucha contra la Corrupción: Establecer mecanismos de control y auditoría para prevenir y sancionar la corrupción en todos los niveles del gobierno.
Reflexión final
La fórmula Bukele ha demostrado su eficacia en El Salvador y podría adaptarse exitosamente a la realidad dominicana. Con un enfoque estratégico y decidido, nuestro país puede superar sus mayores desafíos y avanzar hacia un futuro más seguro, próspero y equitativo para todos.
Es momento de que los líderes dominicanos adopten este modelo y concentren sus esfuerzos en resolver un problema nacional a la vez, tal como lo ha hecho Bukele. La clave del éxito radica en la determinación, la innovación y el compromiso con el bienestar de todos los ciudadanos.
