Editorial Por Francisco Tavárez:
El presidente Luis Abinader ha lanzado una serie de reformas ambiciosas al inicio de su segundo mandato, incluyendo propuestas para cambios constitucionales, fiscales y laborales. Sin embargo, en un país con una abundancia de leyes que rara vez se implementan, surge una pregunta crítica: ¿es este el momento adecuado para acometer tantas reformas?
La República Dominicana enfrenta problemas urgentes en sectores como la electricidad, la educación, la seguridad y la crisis migratoria. En este contexto, la prioridad debe ser gobernar con eficacia, abordar los desafíos inmediatos y asegurar que las instituciones funcionen correctamente. Las reformas, por importantes que sean, no deben distraer de la necesidad de una gestión efectiva.
Es esencial que el presidente y sus asesores consideren si estas reformas pueden esperar, dado que lo más urgente es resolver los problemas actuales del país. Gobernar bien debe ser la prioridad, porque las necesidades del pueblo no pueden esperar.
