Desde que salió a relucir el escándalo de los Papeles de Pandora o Pandora papers, en nuestro país se ha intentado politizar el tema. Evidentemente como oposición el PLD comenzó a cuestionar al presidente Abinader sin tomar en cuenta que también aparece Margarita Cedeño.
El PRM respondió con un comunicado público en donde aclara que esas empresas fueron incluidas en la declaración de patrimonio. Además especifica que el presidente creó un fideicomiso para que administrara sus empresas mientras él ocupe el puesto de primer mandatario.
Concluye su comunicado retando al PLD a someterse a una auditoría avalada por la ONU para someter ambos patrimonios. Esto nos parece un error por el hecho de que el partido de gobierno entra en el juego de politizar un asunto muy grave.
De América Lantina hay tres presidentes activos envueltos que son Sebastián Piñera de Chile, Guillermo Lasso de Ecuador y Luis Abinader de R.D.
En el caso de Ecuador el presidente Guillermo Lasso solicitó una auditoría independiente y ha abierto los libros de sus propiedades offshore.
Sobre el presidente Sebastián Piñera de Chile su caso va más allá pues este hizo una operación con la dominga, una corporación minera. A esta minera él como presidente autorizó una permisología que formaba parte de una cláusula de esa operación fuera del territorio de Chile. Como accionista Piñera vendió por más de 150 millones de dólares sus acciones, pero quien la adquirió fue un amigo de infancia suyo. Le puso una cláusula que si el gobierno no autorizaba la operación de esa corporación minera el desembolso no se completaba. Entonces aquí entra un escándalo porque, aparte de la empresa offshore, también se suma esta transacción.
Es importante aclarar que las empresas offshore son legales, el problema está en que ellas se prestan para muchas cosas. Una de ellas es la evasión de impuestos, ocultar el tamaño del patrimonio.
Lo que hace el paraíso fiscal es que la ley donde opera impide que cualquier regulador, del país de origen tenga acceso a quienes son sus socios. Quienes son sus accionistas, en cuánto usted compró, qué cantidad de dinero tiene, y todo eso va en contra de la transparencia.
¿Es suficiente con que el presidente diga que esas compañías offshore están en un fideicomiso familiar y que él las reportó?
Esto amerita que los dominicanos actuemos con sentido crítico y que, al tomarle la palabra al presidente, este pueda abrir sus compañías offshore. Que se confirme que esas compañías han pagado los impuestos, no solo del IPI, sino del patrimonio, de los activos imponibles.
Darnos garantía fiable de que ese patrimonio no guarda relación con operaciones pasadas con el estado. De que no tiene socios que son dueños de empresas que no aparecen en esas offshore. Pero que sí aparecen corporaciones que han hecho negocios y que están haciendo negocios con el gobierno.
No basta con un comunicado ni mucho menos con retar al PLD porque este es un caso que puede afectar la imagen internacional del presidente.
¿Piensan ustedes que aceptará el PLD, Danilo, Leonel Fernández, el reto del PRM? ¿Deberían los dominicanos exigir que se haga esa auditoría en el Senado?
Independiente de que acepté o no el PLD a quien le conviene aclarar todo esto es al PRM. La gente del PLD ya están en los tribunales respondiendo por sus hechos y desviar la atención hacia ellos es huirle al problema.
Por: Francisco Tavárez, el Demócrata.